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26 abr 2013

VAMOS... de tapas al "Lolita taperia"



Los planes improvisados siempre resultan ser los mejores planes y, a veces, cuando menos te lo esperas acabas descubriendo un pequeño tesoro. Eso es lo que me pasó ayer, descubrí un pequeño tesoro en el barrio de Sant Antoni, la Lolita Taperia.
La verdad es que el barrio está lleno de locales por descubrir, cada día que salgo a pasear encuentro cuatro o cinco que me hacen pensar: "Un día tienes que venir", pero luego cuando los necesito ya no recuerdo dónde los he visto. Tendré que salir a pasear con una libreta en el bolsillo. Pero volvamos a LolitaTaperia...




Lolita Taperia, como explican en su página web, es un bar, una vermuteria (los sábados al mediodía), un restaurante y un bistró. ¡¡Ah!! Y a partir de las 12h de la noche se convierte en un bar de copas. ¡Todo en uno! Yo de momento lo he descubierto como restaurante de tapas y debo decir que ¡volveré seguro! No solo me ha gustado la decoración, la comida y el ambiente, sino que los camareros, el equipo que trabaja para que el local salga adelante, nos ha tratado muy bien y en el registro apropiado. Una cosa que, por extraño que parezca, es difícil de encontrar, ya que a veces te encuentras camareros demasiado estirados y forzados, otras veces te tocan algunis no te hacen caso y también existen los que están por obligación y cada vez que les pides alguna cosa te lanzan una mirada que parece que te están perdonando la vida. Aquí no, en Lolita Taperia son todos muy amables y alegres, vaya, ¡que da gusto!




Por lo que se refiere a la comida... ¡insuperable! Las bravas, yo que soy muy fan de las bravas, me han gustado muchísimo porque pese a ser la tapa más típica y tópica de todas las tapas, le han sabido dar un toque distinto sin que se pierda la esencia de la patata brava. Pero, lo que de verdad me ha robado el corazón han sido las "rabas" de pollo. Solo con pensar en ellas ¡se me hace la boca agua! ¿Y qué son? Pues simplemente pollo empanado, pero, y aquí es donde está la magia, no es un empanado cualquiera, sino que está empanado con trozos de patata frita que le da un gusto muy especial. Quizás descrito con palabras no suena tan bien, pero de verdad que las tenéis que probar. 
Nuestra visita fue, como he comentado al principio, improvisada y no íbamos con la idea de cenar mucho, pero en la carta hay muchas cosas que me han llamado la atención y que me han hecho decidir que volveré pronto para poderlas probar. 





Ya solo me queda hablar de la decoración y la verdad no sabría por dónde empezar. En el local conviven una mezcla de estilos que lo convierten en un espacio único y con personalidad propia. A simple vista se ve que es un local moderno con colores fuertes. De golpe descubres que también tiene un toque que recuerda a los patios cordobeses o andaluces en general, y cuando ya lo has asimilado te encuentras con unos labios gigantes, pintados de color rojo, que de hecho son el logo del establecimiento, que no pueden hacer otra cosa que no sea trasladarnos a los años 50, en concreto a la novela de Nabokov o a la película de Stanley Kubric (a los más cinéfilos) y a su personaje principal "Lolita". Pero eso no es todo, el local está lleno de detalles. Un ejemplo es la pared que rodea los labios porque está llena de nombres de grupos musicales de todos los tiempos, pero también de otros dibujos o expresiones que no tienen nada que ver; otro, es la televisión que hay en un rinconcito y en la que se pueden ver películas en blanco y negro. Un momento que levanté la cabeza vi a los hermanos Marx... También encontré un monopatín apoyado en una pared llena de frases escritas a mano... En fin, muchos y muchos detalles que en conjunto crean un ambiente agradable y recomendable sea la hora que sea. 



C/Tamarit, 104
T. 93.424.52.31

Texto: Vanesa Hereu
Fotografía: Vanesa Hereu & Lolita Taperia

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