VAMOS... a visitar la Torre de Londres

Hay varios puntos de interés turístico que son visita obligada si estás en la capital británica. Uno de ellos es la Torre de Londres, construida en 1078 y considerada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Está formada por unos veinte edificios y tres zonas ajardinadas que si hablasen nos podrían contar algunos de los episodios más destacados de la historia del país.

En sus inicios se utilizaba como residencia real, pero cuando el rey Enrique VIII se trasladó al Palacio de Whitehall, en 1529, se empezó a utilizar como prisión. Entre los prisioneros más famosos destacan Sir Thomas More, lady Jane Grey y la reina Isabel I, cuando todavía era princesa. También cabe destacar que el último prisionero de la Torre de Londres fue Rudolf Hess, encerrado por nazi en la década de los cuarenta. Otras utilidades que se le han dado a sus edificios han sido: armería, casa de las fieras, tesorería, Casa de la Moneda, registros públicos y Casa de las Joyas de la Corona.

Entre las estancias que se pueden visitar, encontramos la Bloody Tower, escenario en el que supuestamente Eduardo V y su hermano fueron asesinados por su tío, Ricardo III; o la Queen's House, donde la esposa del rei Enrique VIII, Ana Bolena, estuvo presa antes de ser decapitada. De hecho, existe una leyenda que dice que se puede ver el fantasma de Ana Bolena paseando por la torre con su cabeza bajo el brazo. 

Otra leyenda que se cuenta sobre la Torre de Londres está relacionada con los cuervos que habitan el jardín de la Torre Blanca. Según se dice, si estos cuervos algún día levantaran el vuelo y se fueran, sería el final de la monarquía inglesa, se derrumbaría la torre e Inglaterra sufriría un gran desastre. Por eso, los Beefeaters, a parte de hacer de guías a los turistas y proteger y vigilar la torre, tienen entre sus tareas alimentar a los cuervos para mantenerlos contentos y evitar que se vayan. Además, también les recortan las plumas de las alas por si deciden salir a volar, que no se alejen demasiado. 

Por cierto, el nombre de Beefeater, conocido por todo el mundo por ser una marca de ginebra, proviene del s.XVII cuando a los hombres que se encargaban de vigilar la torre se los premiaba cada día con un plato de carne y una cerveza. Por eso, se les empezó a llamar Beef-eaters, comedores de carne.

Texto y fotografía: Vanesa Hereu