Para poder realizar su sueño, Palmer ha creado la Blue Star Line, la empresa a través de la cual financiará el proyecto de construcción del transatlántico. Los más observadores habréis advertido que el nombre es un homenaje a la White Star Line, la compañía naviera a la que perteneció el Titánic. Y hablando de empresas, ¿cuál será la encargada de convertir este sueño en una ralidad? Pues la escogida ha sido CSJ Jinling, una naviera de Taiwan.
El Titánic II, igual que su hermano mayor, tendrá nueve cubiertas; espacio suficiente par acoger a 3.300 personas, de las cuales 2.400 serán pasajeros y 900, miembros de la tripulación. En su interior se reproducirán fielmente los espacios y la decoración del Titánic de 1912 y su silueta y presencia en el mar serán exactamente iguales que las del transatlántico que se hundió.
Lo que también ha sonado exactamente igual que en 1912 es la promesa de sus promotores que han asegurado que el Titánic II será el barco más seguro de la historia". Esperemos que esta vez sea verdad. De momento todo lo que podemos hacer es sumarnos a las 40.000 personas que ya se han inscrito para subir a bordo del viaje inaugural, un viaje que todavía no tiene fecha.
El centenario
El año pasado se cumplió el primer centenario de la tragedia del Titánic, la excusa perfecta para que una exposición itinerante recorriera varias ciudades del país. En su paso por Barcelona no pude evitar visitarla y ver en primera persona objetos que se habían rescatado el barco, conocer historias de pasajeros que hasta entonces no conocía y pasear por una réplica de los pasillos de primera clase.
Texto y fotografía: Vanesa Hereu
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